Nenad Trunic: «hay demasiada táctica en el baloncesto de formación»

Coach Trunic durante una de las exposiciones en El FIBA Europe Coaching Certificate course

JJNieto87

Coach Trunic durante una de las exposiciones en El FIBA Europe Coaching Certificate course

Los primeros maestros que tuvo Nenad Trunic, profesor del Youth Procoach y especialista en baloncesto de formación, fueron Djordjevic, Kukoc, Radja o Divac. Los representantes de la era dorada del baloncesto yugoslavo y también el resto de jugadores con los que compartió vestuario durante sus dieciocho años de carrera profesional. En estos años pudo labrarse un envidiable currículum académico que incluye méritos como el de ser elegido mejor alumno de su promoción en la facultad de deportes de Belgrado, lo que le invitó a completar su período académico con un máster y un doctorado en tecnología de entrenamiento en baloncesto que rubricó con una tesis titulada Prognosis y estrategia en la construcción de jóvenes jugadores.

No podemos aspirar a ser buenos entrenadores sin atender a las evidencias científicas

Ahora, como no podría ser de otra manera, es profesor de tecnología aplicada al baloncesto, temporalización e identificación del talento en la universidad de Belgrado. Y no termina ahí este asombroso bagaje, sino que entre 2009 y 2010 fue seleccionador u-16 y u-17 de Serbia y, entre 2015 y 2016 fue el coordinador de las selecciones inferiores de la federación serbia, cargo que también ocupó en 2017 y 2018 en Irán. Lógicamente, FIBA Europa cuenta con sus servicios dentro del área de entrenadores y como uno de los profesores del prestigioso FIBA Europe Coaching Certificate Programme donde comparte claustro con entrenadores tan experimentados como Svetislav Pesic, Pablo Laso o Aíto García Reneses.

Baloncesto y universidad

Equilibrio es la palabra clave. Proceder de una universidad o trabajar en una de ellas no te convierte automáticamente en un buen entrenador, pero creo que tampoco podemos aspirar a ser buenos entrenadores sin atender a las evidencias científicas. Los entrenadores deben poder manejar, al menos, los nuevos softwares, los nuevos conocimientos, aunque también hay que tener en cuenta el riesgo de la sobreinformación.

Honestamente, no creo que podamos hablar de una “escuela serbia” de baloncesto.

Realmente, si hablamos de baloncesto de formación, el área principal de conocimiento tiene que ver con la capacidad para acompañar al jugador en el aspecto mental y hacerlo salir de su zona de confort para que esté dispuesto a sacrificarse. Pero también debe tener conocimientos sobre preparación física, habilidades motoras relacionadas con el baloncesto y ajustadas a las necesidades de cada perfil de jugador (no son las mismas para un pequeño que para un grande). Y, de regreso al apartado psicológico, debe ser capaz de mantener la motivación de los jugadores hacia la práctica durante un largo período de tiempo, lo que parece fácil, pero es muy complejo. Y muchas de estas respuestas residen en la ciencia.

La escuela serbia

Honestamente, no creo que podamos hablar de una “escuela serbia” de baloncesto de formación. Sí podemos hablar de una cierta sistemática en la extinta Yugoslavia y es posible que las repúblicas hayan absorbido o heredado algunas de estas premisas, pero en todo caso estas virtudes no responden a la existencia de un programa específico de entrenamientos. El éxito del baloncesto serbio es más una consecuencia de una ética de trabajo muy particular entre los jugadores jóvenes y de un alto nivel de competitividad.

De hecho, la pérdida de competitividad en las nuevas generaciones nos está haciendo perder protagonismo en el panorama europeo. Este hecho quedó resumido en el descenso de la selección u-20 a la segunda división continental, hecho que no había sucedido antes. Así que, los resultados no proceden tanto de lo puramente baloncestístico, sino de todo lo que lo rodea.

No vas a encontrar buenos jugadores que no hayan estado relacionados o conectados de alguna manera con buenos entrenadores

Por estos hechos culturales, sí que nos encontramos con un perfil de jugador característico en nuestro país: se trataría de un jugador competitivo, guerrero, que cuando naturalmente goza de un talento particular da lugar a la mejor de las combinaciones posibles. Y bueno, lo olvidaba, también creo que tenemos buenos entrenadores, no tanto por metodología, sino por tradición. No es que sean los mejores maestros de baloncesto, pero sí buenos mentores, personas que ejercen una influencia muy positiva en los jugadores. Esto sí lo tenemos.

Y esta relación la tengo clara. La he visto en todos los países que he visitado. No vas a encontrar buenos jugadores que no hayan estado relacionados, conectados de alguna manera, con buenos entrenadores y con buenos programas de entrenamiento.

Los cambios sociológicos: el smart phone, el gran enemigo.

Hoy todo es más complicado. Los chicos se enfrentan a numerosos y variados desafíos, desde la presencia continua de cámaras hasta las captaciones tempranas por parte de los grandes clubes pasando por la influencia no siempre positiva de los agentes. De ahí que la labor del entrenador sea básica para hacerle entender al jugador que no forma parte de una especie de circo y que todo lleva su tiempo.

¿Cómo pretenden participar en un deporte de equipo si no son capaces de comunicarse?

El Smart phone es el gran enemigo. Los chicos pasan un mínimo de cinco horas con ellos. ¿Qué podrían hacer si las emplearan en otras materias como baloncesto, pero también matemáticas o música? El primero que las utilizara con cierto rigor y concentración sería el campeón del mundo en cualquiera de ellas.

También han cambiado los códigos de comunicación, cada vez más complejos por este mismo motivo. ¿Cómo practicar un deporte de equipo si no somos capaces de comunicarnos? En una de mis experiencias como seleccionador de categorías inferiores los obligué a dejar el móvil siete días antes del campeonato y aquello fue una tragedia.

La detección del talento

Si estás buscando un jugador top, tienes que fijarse en diferentes talentos. Lo primero es fijarse en el propio cuerpo, en medidas antropométricas. El segundo aspecto es el condicional, detalles como la explosividad, la agilidad, la velocidad de desplazamiento, dependiendo, claro, de la posición en la que creemos que puede jugar. En tercer lugar debemos fijarnos en la técnica individual para averiguar a qué velocidad es capaz de aprender nuevos fundamentos y habilidades. Y, por último, tenemos que centrarnos en aspectos psicológicos. Aspectos volitivos como la motivación pero también cognitivos como la inteligencia, sin olvidarnos de las habilidades sociales para trabajar en equipo.

Entrenadores de equipos, entrenadores de jugadores

Este es un problema global que también descubro en Serbia. Se lo comento a todos mis alumnos en la universidad: hay que distinguir entre baloncesto de formación y baloncesto senior. En un programa Youth, el objetivo tiene que ser sacar jugadores y prepararse para ganar o no perder no debe representar una parte importante de los contenidos. La parte principal de los entrenamientos debe estar orientada al desarrollo de los jugadores.

El principal problema que se encuentran los jóvenes jugadores es que hay muy pocos entrenadores dispuestos a darles una oportunidad en la élite.

Lo que no puede suceder es que equipos infantiles ganen porque dominan las presiones zonales, aunque sus jugadores no sean capaces de llevar a cabo las acciones técnicas más básicas. El objetivo principal del youth basketball coach es preparar para competir el día de mañana.

Nenad Trunic en uno de las clases del FIBA Europe Coaching Certification Programme
Nenad Trunic en una de las clases del FIBA Europe Coaching Certification Programme

El paso al profesionalismo

El principal problema que se encuentran los jóvenes jugadores es que hay muy pocos entrenadores dispuestos a darles una oportunidad. Por ponerte un poco en perspectiva, y dado que hablo en representación del baloncesto serbio, recuerdo que en 1985, cuando jugaba en la selección cadete de Yugoslavia, todos nosotros firmamos un contrato profesional en la primera liga yugoslava. Obviamente, los cambios políticos nos obligan a ser cautelosos a la hora de hacer comparaciones. Serbia no es Yugoslavia, pero es dramático que ninguno de los jugadores de la selección u-20 estén preparados, o cerca de estarlo, para figurar en la primera lista de la selección absoluta.

Si quieres ser el mejor no puedes conformarte con hacer uno o dos entrenamientos diarios con el equipo.

Esto es una señal de que no corren buenos tiempos para el baloncesto, de que nuestro deporte no avanza en la buena dirección. Este hecho solo puede ser explicado porque la calidad de los entrenamientos es cada vez peor y porque la dedicación de los jugadores es muy inferior. Si quieres ser el mejor no puedes conformarte con hacer uno o dos entrenamientos diarios con el equipo. Yo recuerdo a los jugadores de mi época pidiendo más, mientras que hoy veo a los jugadores pidiendo menos. Y ojo, esto no excluye a los entrenadores, muchos de ellos también perezosos, incapaces de dar a los jugadores el trabajo y la calidad que estos necesitan.

Hay demasiados contenidos tácticos en los programas de formación.

Probablemente, el paso principal para acceder al profesionalismo pasa por acertar con los entrenadores y dar con alguien capaz de reconocer el talento, ponerlo a jugar y empujarlo para que alcance el siguiente nivel. Los clubes tienen que hacer esta apuesta, primero por los entrenadores y después por los jugadores talentosos, que a la postre terminarán siendo rentables en comparación con los jugadores fichados de fuera.

La táctica en formación

Hay demasiados contenidos tácticos en los programas de baloncesto de formación. Nuestros equipos nacionales son tácticamente buenos pero no están exportando jugadores. Nos estamos olvidando de los fundamentos y estamos demasiado focalizados en las lecturas, aunque utilicemos dibujos bastante simples.

Estamos abusando de la táctica para esconder las debilidades técnicas del jugador, y esto es un error que se paga a medio y largo plazo.

Recuerdo un jugador serbio que estuvo en España hace unos años y que en la edad cadete presentaba unas condiciones físicas perfectas para ser un escolta de élite, incluso un scout de la NBA me preguntó por él y yo tuve que serle sincero: “¿cómo va a jugar al baloncesto si es un escolta que no anota de tres, que no puede defender con solidez y no es capaz de leer en situaciones de pick and roll?” Lo cierto es que en Serbia estamos abusando de la táctica para esconder las debilidades técnicas del jugador y esto es un error que se paga a medio y largo plazo.

El perfil del entrenador.

Lo primero es que estén motivados. Si están motivados pueden aprenderlo todo. También quiero que estén involucrados y nada pendientes de la hora de finalización de la práctica. Si das con estos mimbres ya depende de ti, en tu papel de formador de formadores, enseñarles los principales rudimentos de la profesión. De hecho, me siento especialmente orgulloso de ver a algunos de los entrenadores que pasaron por los programas de formación de la FIBA y ahora se encuentran ayudando en staffs de máximo nivel o en distintas federaciones.

Estoy muy feliz de poder viajar a Valencia y conocer L´Alqueria

Deben ser entrenadores dispuestos a hacer sacrificios. En un programa de baloncesto de formación un entrenador no puede aspirar a ninguna clase de reconocimiento o “gloria”, ni siquiera a una remuneración justa, al menos al inicio de su carrera.

Es todo un lujo poder contar con Nenad Trunic en un curso de baloncesto de formación
Es todo un honor poder contar con Coach Trunic en un evento de baloncesto de formación como el Youth Procoach

El Youth Procoach

Estoy muy feliz de poder viajar a Valencia y conocer L´Alqueria, probablemente la mejor instalación deportiva del mundo, especialmente en baloncesto de formación. También tengo ganas de ver a algunos amigos como Andreu Casadevall, con quien he compartido algunos clinics alrededor del mundo. Y también a Manuel Peña. Y ojalá también Pablo, Pablo Laso, si tiene tiempo de pasar por allí. Será la primera vez que dé una formación en España y estoy encantado de poder compartir mi tiempo y mi conocimiento con todos los entrenadores de Sport Coach Academy. Eso y llevarme una nueva experiencia a la mochila.

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