2018: el año de los entrenadores

JJNieto87

La culminación de la órbita de nuestro planeta alrededor del Sol nos brinda una oportunidad única para hacer balance y fijar nuevos puntos de partida a raíz de lo aprendido. Personalmente, en 2018 comprendí que las características más importantes de un entrenador no se aprecian a simple vista, sino que viajan con él, muy dentro, de modo que son casi inapreciables para los que tantas veces nos atrevimos a juzgarlos pretendiendo evaluar únicamente su trabajo por los resultados. Hacen falta valores muy firmes para poder liderar grupos humanos en los que la vanidad tiende a imponerse sobre la entrega humilde, como es necesario conocer muy a fondo el juego para ofrecer respuestas válidas y convincentes en momentos de máximo estrés. Ello sin olvidar el gobierno de uno mismo, la gestión de las emociones, el equilibrio entre el miedo y la motivación de este trapecista de un circo ambulante que es el entrenador profesional.

Las características de un entrenador viajan con él y no se evalúan únicamente por los resultados.

Desde Sport Coach tampoco queremos olvidar el trabajo de todos los entrenadores de cantera, en su gran mayoría amateurs, amateurs en el sentido de que su exiguo salario les exige compatibilizar su actividad con otras. Lo cierto es que seguimos equivocándonos al avanzar en paralelo a la educación, sin visos de encontrarnos ni siquiera en el infinito. Muchas veces es culpa nuestra, por querer hacer baloncesto profesional a escala en los patios de los colegios o en los pabellones de nuestros clubes olvidando la dimensión lúdica y formativa que debería tener nuestra labor para ser socialmente relevante. Pero otras veces son las administraciones las que no entienden que es mucho más eficaz el aprendizaje que se realiza en actividades que el niño desarrolla con primigenio interés. No en vano, el profesor Wooden (10 títulos de la NCAA) dejó su cátedra como profesor de Literatura Inglesa porque el baloncesto le proporcionaba un medio mucho mejor para conectar emocionalmente con los jóvenes.

Sin más preámbulos, desde Sport Coach hemos querido recoger siete momentos clave del año que expira.

1. El método Laso. La décima Euroliga del Real Madrid, aderezada con la ACB obtenida pocas fechas después, sirvió para engrandecer la trayectoria de su entrenador y poner en valor el trabajo conjunto de las oficinas y cuerpo técnico. Frente a los vaivenes y ajetreos en los que se hallan instaladas las residencias vecinas, la casa blanca funciona con el equilibrio por bandera. La estabilidad, la calma con la que se encajan las derrotas y se disfrutan las victorias, la naturalidad con la que estrellas del baloncesto aceptan jugar 15-20 minutos de forma casi programada, ha contribuido a la consolidación de una cultura que, estando por encima de los resultados, es clave para conseguirlos.

2. Baloncesto femenino, entrenador español. La victoria del UMMC Ekaterinburgo en la pasada Euroliga femenina un año después de que la consiguiera el Dynamo de Kursk habla muy bien de la salud del baloncesto ruso, pero también de los entrenadores españoles que están colonizando aquella liga. Miguel Méndez, Lucas Mondelo (artífice también del bronce en el Mundial), ahora también Víctor Lapeña y muchos otros en otros rincones de la geografía mundial, exportan a diario las mejores cualidades del entrenador español: pasión e intuición no exentas de análisis y trabajo diario. Desde Sport Coach queremos enviar un reconfortante abrazo a todos aquellos que cambiarán el calendario lejos de sus familias.

3. Villanova, un ejemplo de cultura. Jay Wright es, sin duda, el nombre del año en la NCAA. En su decimoctava temporada en los Wildcats consiguió el tercer campeonato para esta modesta universidad, el segundo en tan solo tres años, un hito prácticamente vedado para Colleges que no se llamen Kentucky, Duke, UCLA, Kansas o North Carolina. Al igual que Laso, la duración y estabilidad de los contratos le permitió crear una cultura en la que es importante hasta el más mínimo gesto. La unidad de mensaje, compatible con una estructura de trabajo horizontal, sirvió de modelo en nuestro Máster DIDE.

4. Españoles en la NBA. La NBA llevaba años internacionalizando sus plantillas, asumiendo que las mejoras en la preparación física implantadas en Europa y otros países, sumada al mayor desarrollo táctico del juego en Ultramar, había terminado por desdibujar los viejos prejuicios hacia el jugador europeo. Ahora es el turno de los entrenadores, quienes suficientemente preparados, y salvada la barrera del idioma, van poco a poco aterrizando en los banquillos como ayudantes del principal. Así, si Jordi Fernández (profesor del Máster DIDE) es ya la mano derecha de Mike Malone en Denver Nuggets, el trabajo de Sergio Scariolo le está haciendo subir peldaños en el escalafón de Toronto Raptors. Por su parte, Raül López cumple funciones más específicas en el desarrollo de los bases de Utah Jazz.

5. Blatt en defensa de Xavi Pascual. El entrenador sabe mejor que nadie cómo duelen las derrotas. Las derrotas en el marcador y más aún aquellas que se experimentan cada día en el marco de la relación con un jugador, un miembro de la directiva o mientras se hacen cada vez más hondas las incompatibilidades entre esta tarea, muchas veces ingrata, y la consolidación de un proyecto personal y familiar. De ahí que uno de los grandes momentos del año sean las declaraciones de David Blatt a raíz de la destitución de Xavi Pascual en el banquillo de Panathinaikos: “Me molesta porque es un gran entrenador y una gran persona (…). Los entrenadores están infravalorados y la gente responsable de traerlos deberían apoyarlos más, ser más pacientes y profesionales”. Chapeau, Mr Blatt.

6. Las obras quedan las gentes se van. En 2018 nos dejó para siempre Tex Winter, el ideólogo de la ofensiva triangular, la mano derecha de Phil Jackson en nueve de sus once anillos, su gran consejero y maestro.  También algunos otros entrenadores, más modestos, que se fueron antes de tiempo. En el caso del técnico norteamericano, le sobrevivirá durante siglos su triángulo. En cualquiera de los otros, recuerdos tal vez menos trascendentes para el cosmos del baloncesto pero igualmente esenciales en la biografía de muchas personas. Encargad, si no las hubiera, banquillos y pizarras para el cielo.

7. La consolidación de Sport Coach Academy como marca dentro del mercado de la formación online es un hecho que se resume en números (la cantidad de entrenadores que nos habéis otorgado vuestra confianza o la creciente cifra de cursos a vuestra disposición), pero sobre todo en las sensaciones con las que despedimos un año que recordaremos siempre. El baloncesto evoluciona a tal velocidad y, a cambio, nuestras agendas se encuentran tan pobladas de tareas, que la formación online (“aprende tu juego, a tu ritmo”) es más que una necesidad. Así, desde la responsabilidad hacia cada uno de nuestros alumnos, pero también desde un compromiso más general con el juego del baloncesto, hemos ido dando pasos adelante en forma de nuevos cursos, pero también de más y mejores herramientas que ofrecer.

Con los mejores deseos para todos. Feliz Año 2019.

El Equipo de Sport Coach Academy

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