La hora de emanciparnos

Es hora de que el entrenador español de un paso al frente y mire cara a cara al resto, seguro de ser - probablemente- el mejor preparado del mundo.

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La hora de emanciparnos

Ha llegado el momento de dar el gran paso de mirar al frente, dejando de mirar arriba.

Por MIGUEL MARTÍN

Escribo estas líneas este día tan especial para el baloncesto español porque creo firmemente que es el momento de ello.

Hace 30-40 años, solo unos privilegiados podían acceder a alguna información-documentación de la meca del baloncesto. Algunos apuntes sueltos, algunos drills, algunos sistemas y algunos vídeos les permitían a los pioneros como Díaz-Miguel (que en paz descanse) poder ser un adelantado a los tiempos que por estos lugares corrían.

Antonio Díaz Miguel fue pionero compartiendo conocimiento traído desde USA

No tan lejos, hará unos 10-15 años, tal vez 20, el entrenador español seguía viendo a los entrenadores de los Estados Unidos como extraterrestres totalmente inalcanzables; pero también lo hacía con los entrenadores de la extinta Yugoslavia. Tanto es así, que decenas de ellos aterrizaban tanto en España como en otros lugares del mundo a impartir cátedra incontestable, derrochando ciertos aires de superioridad, ocupando los principales banquillos europeos.

Boza Maljkovic dirigió al Real Madrid

Sin embargo, a partir de la generación de los júniors de oro y sus éxitos posteriores con la selección absoluta, fuimos “faltando el respeto” deportivo a los entrenadores de la escuela yugoslava.

Empezamos a mirarlos con descaro, sin envidia, seguros de nosotros mismos… y poco a poco los banquillos profesionales españoles empezaron a llenarse de paisanos muy bien preparados, formados y dispuestos a demostrar que no era el sueño de una noche de verano.

Javier Imbroda fue el primer entrenador español que venció a USA

“La llegada de los júniors de oro a la selección absoluta dio un salto de confianza al entrenador español para lograr cotas impensables años atrás.”

La primera década del Siglo XXI fue la consolidación de esa mayoría de edad del Entrenador Español, que no solo copó casi la totalidad de los banquillos en España, sino que empezó a zarpar cual Juan Sebastián Elcano a nuevos mundos,  donde se empezaba a escuchar de las bondades y calidades de la “Escuela Española” de entrenadores. 

Mondelo y Rupérez, dos de los entrenadores españoles con más éxito en el extranjero

Hoy terminando la segunda década de este siglo, no conozco entrenador español que se sienta inferior a entrenadores serbios, croatas, rusos, franceses, argentinos… como mínimo iguales y, -me permitirán la licencia-, en muchos casos con una media muy por encima del resto.

Pablo Laso sigue batiendo récords en el Real Madrid

Pero igual que tras muchos años de respeto y hasta adulación del entrenador balcánico, fuimos capaces de ponernos a rueda -hasta ser capaces de adelantarlos a base de tesón, formación y mucha profesionalidad- hoy estamos en disposición del siguiente salto.

Sí, porque una vez sintiendo que el resto del mundo no está por delante, hemos seguido poniendo en los altares al entrenador norteamericano. Tal vez por los jugadores de los que dispone, por el dinero que cobran, por la profesionalidad de sus clubes o universidades, por la televisión, por el show-business…. 

Cualquier razón siempre fue buena para sentirnos inferiores. 

“No conozco a ningún entrenador español que se sienta inferior a serbios, croatas, rusos, franceses o argentinos.”

Jordi Fernández consolidado como entrenador asistente en la NBA

Y creo, por muchas señales que estamos teniendo -aunque algunas de ellas no lleguen al gran público, o no sean miradas con esos enfoques- que es el momento de mirar al frente una vez más. 

Es el momento de que el entrenador español, cual Miguel Indurain en el Tour de Francia, vuelva a dejar de estar a rueda y apriete para ponerse por delante.

Seamos ambiciosos, siempre desde el respeto que mostramos por todos los que aman nuestra profesión como nosotros, sean de donde sean, ganen lo que ganen, o entrenen a quienes entrenen. 

No es que seremos capaces de conseguirlo, sino que ya estamos en ese lugar. Solo tenemos que darnos cuenta de que el nivel del entrenador español está a un nivel superlativo

Dejemos de mirar para arriba, empecemos a mirar sabiendo que en los próximos años seremos el faro sobre el que muchos querrán iluminarse.

Es, definitivamente, la hora de emanciparse. 

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