La creme de la creme. El sueño de todo aquel que comienza en este mundo del entrenador. Pasar a la historia como el TOP 5. Los mejores de los mejores entrenadores de baloncesto. Éxitos, respeto, sabiduría y sobre todo, marcar el camino al resto.
Os presentamos a los que con vuestros votos habéis elegido como TOP 5 de la historia. ¡Disfrútenlos!
“Si me entrevisto con un chico que me dice que debería haber sido All American, pero que eligieron a otro en su lugar, o que debería haber jugado más minutos, lo descarto, tarde o temprano nos causará problemas”
Por Gregg Popovich hablarán, dentro de unos años, sus cinco anillos, las veintidós, por el momento, presencias consecutivas en Playoff, pero también su condición de pionero en el reclutamiento generalizado de extranjeros y su buen ojo para captar las personalidades que pueden conformar un gran equipo de baloncesto. Era difícil crear una cultura ganadora en medio del desierto de Texas, junto al río San Antonio, pero Popovich lo consiguió, y no solo eso, sino que nos enamoró de uno de los baloncestos de equipo mejor estructurados de la historia. Maestro.
“¿Veis el confeti allí arriba? ¿Y los globos, veis los globos? Esos globos se van a quedar allí mucho tiempo”
Los Celtics de 1969, que entonces lideraba ya desde los despachos –Bill Russell era jugador entrenador”– afrontaban un séptimo partido en el Forum de Inglewood con todas las de perder, pero, una vez más, undécima en trece años, se hicieron con el anillo de la NBA bajo el influjo del binomio más temible de la historia del baloncesto, el que formaron el entrenador y manager, descendiente de rusos judíos, y el pívot de Louisiana. Además de un gran motivador, Red Auerbach bien podría reclamar para sí la propiedad intelectual del baloncesto total, como bien acreditan las 118 posesiones por partido que aquellos Celtics promediaron en la temporada 1962-1963. Sus 9 anillos como entrenador, 7 como director deportivo, el primer quinteto afroamericano de la historia, el diseñador del contraataque y la defensa de equipo lo han hecho pasar al Olimpo. Maestro.
Profesor de literatura inglesa, John Wooden se sirvió de muchos versos y extractos de obras en prosa para ilustrar su pensamiento. Desde su condición de hombre sabio descendió para colocarse hombro con hombro junto a muchas futuras estrellas del baloncesto para empezar enseñándoles como calzarse los calcetines y ajustarse los cordones “porque si no lo hacéis tendréis ampollas, y las ampollas pueden dejaros fuera del partido y eso le haría daño al equipo, ¿cierto?”. Sus diez títulos al frente de UCLA coincidieron con años de cambios en el país. Sus dos mejores alumnos, Kareem Abdul Jabbar y Bill Walton, exponentes privilegiados de esa transformación, siguieron cuidando de él hasta el último de sus días. Los unía al viejo profesor de Indiana un invisible pero eterno lazo. Maestro.
Ocho Copas de Europa y dieciséis presencias en la Final Four de la Euroliga. Que Zeljko Obradovic sea el entrenador más laureado del viejo continente traslada un buen mensaje al mundo del baloncesto: “trabaja y vencerás”. Dos meses estuvo, según palabras propias, estudiando apuntes cuando dio el salto a los banquillos. Desde entonces no se ha cansado de ganar y amenaza con seguir haciéndolo, pues solo lo dejará, advierte, cuando esto no le emocione. Maestro.
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