Por qué lo llamamos locura…

JJNieto87

Puede que seamos unos locos, pero siempre me ha gustado más pensar que simplemente estamos enamorados del baloncesto. Sí, como si fuéramos una pareja y consiguiéramos resistir instalados en la pasión de los primeros meses, en el deseo de vernos cada poco, a cada rato; de besarnos, como dice la canción, en cada farola.

Un loco, perdón, un enamorado, es Luigi Lamonica, uno de los mejores árbitros de la historia, quien completó su presencia en L ´Alqueria del basket con una ponencia sobre la relación entre entrenadores y colegiados, partes, ambas, que se necesitan. Por cierto, haciendo honor a su ponencia, Mr Lamonica no se ha querido perder ni un solo minuto de las charlas. “He aprendido mucho”, confesaba.

Aunque a veces parezca frío, excesivamente analítico o rígido, sabemos que Dimitris Itoudis está enamorado. Y no me refiero a su matrimonio, pues siglo hablando de baloncesto, un deporte cuyas herramientas básicas domina, por supuesto, y en el que ha pasado con nota el resto de materias, especialmente las que tienen que ver con el liderazgo y la comunicación. En fin, no regalan Euroligas con los billetes de Turkish Airlines.

Tal vez un replicante, por la cantidad de horas que invierte en las oficinas de San Antonio Spurs y cursando su segundo doctorado, Xavi Schelling, Sports Scientist del equipo tejano, también llegó a la cumbre picando mina en el subsuelo, pasando por los cursos federativos, sin olvidarse de los patios de colegio.  Es difícil saber si puede experimentar dolor, como Roy Batty, pero lo que está claro es que, en su caso… It´s time to shine.

Si el camino de Xavi Schelling hasta llegar a la cima de su oficio ha sido al mismo tiempo empinado y vertiginoso, los itinerarios que hemos ofrecido a los alumnos son, simplemente, una demanda finalmente atendida y conseguida por Sport Coach. La necesidad de especialistas, sin que ello impida la natural permeabilidad entre departamentos, nos obliga a delimitar áreas y conocimientos, aunque luego dialoguen entre sí.

Y si por el camino te cruzas con Jaume Ponsarnau, Chechu Mulero o David Llopis para ser head coach. O con Moncho Fernández, Jenaro Díaz o Jota Cuspinera para ser ayudante. O, por qué no, con Germán Gabriel, Sito Alonso o John Townsend para ser entrenador de jugadores… Mucho mejor. En fin, una experiencia novedosa, ejecutada con éxito gracias a la profesionalidad de todos y a la fantástica actitud de los alumnos hacia el aprendizaje.

A todo ello y también a la simbiosis, el amor, que surgió de un modo natural entre Valencia Basket, L´Alqueria y Sport Coach Academy. Y es que de ideas están compuestas todas las conversaciones que aún seguimos manteniendo de vez en cuando, como esta misma noche en la cena de gala entre profesores y alumnos VIP. Lo difícil es ejecutarlas, plantearlas y desarrollarlas con éxito, como una vez más, a falta del broche de oro que pondrán Sito Alonso, John Townsend y Lionel Hollins, han vuelto a conseguir Miguel Martín, Nacho Coque y todo el equipo. Es labor de todos, también de los presentes, no dejar que mueran, ni como el amor, de tanto usarlo, ni como lágrimas en la lluvia.

Artículos relacionados